Riego de plantas de cannabis en crecimiento: cuándo y cuánta agua
¿Alguna vez te has preguntado si estás dándole a tus plantas de marihuana la cantidad de agua que realmente necesitan? Saber la dosis exacta puede ser todo un enigma. Pero no te preocupes, aquí te traigo el mapa del tesoro para que no naufragues en la tarea de regar.
En este post, te voy a revelar los trucos para regar tus plantas de cannabis justo lo necesario, sin pasarte ni quedarte corto. ¡Sigue leyendo y verás cómo tus verdes amigos te lo agradecerán!
Conclusiones clave
- Las plantas de cannabis necesitan agua para vivir y hacer fotosíntesis. El agua lleva los nutrientes del suelo a la planta. Pero cuidado, demasiada agua puede dañar las raíces.
- La cantidad de agua que una planta de marihuana necesita cambia. Depende del tamaño de la maceta, del clima y de la etapa en que se encuentra la planta. Hay que ajustar el riego según estas condiciones.
- Para saber cuándo regar, puedes levantar la maceta o meter el dedo en la tierra. Si está ligera o seca, es tiempo de darle agua.
- El pH del agua es importante para las plantas de marihuana. Debe estar entre 6.2 y 6.5 en suelo y cerca de 5.5 para hidropónicos.
- Antes de cosechar, hay que enjuagar las plantas solo con agua para mejorar el sabor y quitar restos no deseados. Hazlo una semana antes de cortar las plantas.
¿Por qué las plantas de marihuana necesitan agua?
Las plantas de marihuana usan el agua para crecer y vivir. Con el agua, pueden hacer una cosa llamada fotosíntesis. Eso ayuda a las plantas a cambiar la luz del sol en comida. También, el agua lleva los “nutrientes” (como vitaminas) del suelo hasta las partes importantes de la planta.
Es más, si las plantas no tienen suficiente agua, se ponen tristes y sus hojas se caen. Pero ¡ojo! Darles mucha agua tampoco es bueno. Puede hacer que las raíces se enfermen y la planta no pueda respirar bien.
Entonces, hay que encontrar un balance justo para que estén contentas y sanas.
¿Cuánta agua necesitan las plantas de cannabis?
La clave para un cultivo de marihuana saludable está en encontrar ese punto dulce del riego, ¡y no, no hay una regla universal que aplique a todas! El agua es como el elixir de la juventud para nuestras queridas plantas de cannabis, pero cada una tiene su propia sed, y esta varía dependiendo de factores tan cambiantes como las etapas de crecimiento y hasta el humor del clima.
Etapa de crecimiento
Las plantas de cannabis jóvenes beben poquito pero seguido. Imagínate, pueden necesitar agua hasta dos veces al día si hace mucho calor. Pero ojo, no las ahogues. Si la planta es grande y está en una maceta pequeña, probablemente tengas que regarla más seguido.
También, si está afuera al sol o bajo luces potentes, va a tener más sed. En esta fase, es mejor ir paso a paso y ver cómo reacciona tu planta.
Si la tierra se siente seca al meter el dedo, es hora de darle un trago de agua a tus verdes amigas. Y no olvides, el agua debe ser de buena calidad; si puedes, usa agua sin cloro y con el pH ajustado.
Así ayudarás a tus plantas de marihuana a crecer fuertes y sanas. Ahora, sigamos con otro punto importante: ¿qué medio usas para cultivar?.
Medio de cultivo
A medida que las plantas de cannabis se desarrollan, el medio en el que crecen se vuelve clave. Un buen suelo asegura que las raíces respiren y obtengan lo que necesitan. Piensa en el suelo como la casa de la planta: si está muy llena de agua, las raíces no pueden respirar bien y podrían enfermarse.
Para evitar problemas, usa sustratos como coco coir o mezclas especiales para marihuana que ayuden a que el agua fluya sin quedarse estancada.
El tipo de suelo influye mucho en cuánta agua debes darle a tus plantas. Si no drenan bien, las raíces se mojan demasiado y aparece el temido root rot. Pero si tu suelo es muy seco, quizás necesites regar más seguido para mantener a tus plantas felices.
Encuentra ese punto perfecto donde el agua y el aire se encuentran en armonía en tu medio de cultivo. ¡Eso hará una gran diferencia!
Tamaño del contenedor
El tamaño del contenedor de tus plantas de marihuana es clave para saber cuánta agua deben recibir. Si tienes una maceta pequeña de 1 litro, con darle 0.25 litros de agua estará bien.
Pero espera, si es una maceta más grande, de 4 litros, entonces la cosa cambia: necesitarás 1 litro de agua. Y no nos olvidemos de las macetas aún más grandes, como las de 12 litros; estas necesitan hasta 3 litros para un riego adecuado.
No solo la cantidad de agua importa, sino también el desarrollo de tu planta. Las plántulas jóvenes requieren menos agua que las más grandes y fuertes. Así que, ¡ojo al dato! No por tener más agua van a crecer más rápido.
Después de ajustar el riego según el tamaño del contenedor, el próximo paso es considerar las temperaturas exteriores e intensidad de la luz.
Temperaturas exteriores e intensidad de la luz
Las plantas de cannabis son como nosotros, les afecta el calor y la luz. Si hace mucho calor o hay mucha luz, van a necesitar más agua. Es simple: piensa en cómo te sientes en un día caluroso.
Seguro que buscas una sombra y algo fresquito para beber, ¿verdad? Bueno, tus plantas quieren lo mismo. Dale más agua si el sol está fuerte y brilla todo el día.
También debes saber que el agua no debe estar ni muy fría ni muy caliente. La idea es darles algo agradable, como un baño tibio. Mantener el agua entre 20 y 25 grados Celsius es perfecto para que las raíces se sientan bien y crezcan fuertes.
Así que ya lo sabes, toca ajustar la cantidad de riego y la temperatura del agua según brille el sol y suba la temperatura exterior. ¡Tus plantas de cannabis te lo agradecerán con creces!
Salud de las plantas de cannabis
La luz y la temperatura ya las mencionamos, pero la salud de tus cannabis también depende mucho del agua. Si las tratas bien con agua, crecerán fuertes y sanas. Tienen que tomar la cantidad justa; ni mucho ni poco.
Demasiada agua y las raíces se ahogarán. Poco agua y no podrán comer bien los nutrientes que necesitan.
Es clave darles agua en su etapa de floración, porque aquí es cuando más sedientas están. Asegúrate de que beban lo suficiente para que den unas flores bonitas y grandes. Cuida bien el riego y tu planta de cannabis te lo agradecerá con buena salud y un crecimiento feliz.
¿Cuándo es el mejor momento para regar las plantas de cannabis?
Descubrir el momento perfecto para darle vida a tus verdes amigas es más un arte que una ciencia, ¿sabías? Te confieso que hasta las plantas tienen sus preferencias de “spa day”, ¡y es nuestro deber como cultivadores entender esos deseos! No te preocupes, aquí te voy a contar todos esos secretitos para que tus plantas de cannabis estén siempre hidratadas en el momento justo.
Cultivo interior o exterior
Si tienes tus plantas de cannabis adentro, puedes regarlas cuando lo necesiten, sin importar la hora del día. Ahora, si tus plantitas están creciendo bajo el sol, afuera, dale agua cuando el sol se asome.
Así, las raíces beben antes de que haga mucho calor. También, si hay mucha luz o calor, tus plantas van a querer más agua. Por otro lado, en un lugar fresco y con menos luz, tomarán menos agua.
Para saber si toca regar, levanta la maceta. Si está ligera, dale agua. Otra forma es meter el dedo en la tierra. Si sientes sequedad unos centímetros abajo, es hora de regar. Esto te ayuda a mantener la salud de las plantas de cannabis y evitar darles demasiada o poca agua.
Recuerda, cada planta es única y su sed también.
Pesar las macetas
Ya sea en interior o al aire libre, conocer el peso de tus macetas es clave. Levantarlas puede darte una idea clara de cuándo es tiempo de agregar agua. Una maceta ligera suele ser señal de que la tierra está seca.
Esto te dice que tus plantas de marihuana podrían necesitar un buen riego. Por otro lado, si sientes la maceta pesada, quizás debas esperar antes de darle más agua. Esto ayuda a evitar que la tierra se sature y las raíces se ahoguen.
Dale tiempo al suelo para que respire y verás cómo tus plantas de cannabis te lo agradecerán.
Dedos en la tierra
Después de pesar las macetas para tener una idea del agua que necesitan, es buena idea usar tus dedos para chequear la tierra. Mete tu dedo unos tres centímetros en el suelo. Si sientes que está seco, es hora de regar.
Pero si aún está húmedo, espera un poco más antes de añadir agua. Así cuidas bien de tus plantas de marihuana y ayudas a que crezcan sanas y fuertes.
¿Cómo reconocer los problemas de agua?
¿Te has encontrado alguna vez frente a tus cannabis, asombrado y preguntándote “¿le estaré dando suficiente agua, o será demasiado?” – Tranquilo, amigo mío, porque en este apartado te enseñaré a descifrar los signos que tus plantas te envían para lograr ese punto perfecto de hidratación; sigue leyendo y conviértete en un experto del riego.
Hojas flácidas: no suficiente o demasiada agua
Las plantas de marihuana con hojas flácidas están pidiendo ayuda. Es como si te levantas un día sin energía, algo no está bien. Si ves que las hojas de tu cannabis están tristes y caídas, puede ser que les falte agua o tengan demasiada.
¡Ojo! Darles agua no siempre es la solución. Si el suelo está mojado y las hojas siguen flácidas, tal vez ya tienen más agua de la necesaria.
Vigilar tus plantas de cerca es clave. Fíjate en cómo se siente el suelo tocándolo con tus dedos. Si está seco, dale agua hasta que esté húmedo, pero no encharcado. Un medio de cultivo con buena drenaje ayuda a evitar estos sustos.
Y si te pasaste regando, deja que la tierra se seque un poco antes de volver a regar. Con cuidado y atención, tus plantas de cannabis van a recuperar su fuerza y seguir creciendo sanas y fuertes.
Hojas que se vuelven amarillas o marrones: nutrientes, agua y equilibrio
Hojas amarillas o marrones en tu cannabis pueden gritar que algo anda mal. Puede que no estén consiguiendo los nutrientes que necesitan. A veces es porque el agua no es la mejor o porque hay mucho o poco.
Si ves estas señales, es hora de actuar.
Chequea el agua primero. Si usas agua de la llave, su calidad puede afectar a tus plantas. Un pH no adecuado podría bloquear los nutrientes y tus plantitas no podrán comer bien. Usa un medidor de pH para estar seguro.
Si el agua y los nutrientes están en equilibrio pero aún ves hojas amarillentas, podría ser falta de luz o tal vez las raíces tienen problemas.
Hojas hinchadas
Las hojas de tus plantas de cannabis pueden verse gorditas y eso es señal de alarma. Podría ser que estés dando mucha agua o muy poca. Tienes que encontrar el punto justo para mantener tus plantas felices y sanas.
Si ves las hojas así, revisa cómo estás regando.
Puede parecer un misterio, pero es como resolver un acertijo. Observa bien y verás si el agua es la culpable. Y no te olvides, cuidar el agua es clave. Usa agua de calidad y trata de no echarle demasiado o muy seguido.
Piensa en las raíces de tus plantas ¡ellas también necesitan respirar!
Suelo embarrado o completamente seco
Si tocas la tierra y sientes que está muy mojada o como barro, hay un problema. Demasiada agua no deja que las raíces respiren bien. Ahora, si el suelo está duro y seco, la planta no está tomando el líquido que necesita.
Ambos casos son malos para tus plantas de marihuana.
Para mantenerlas felices, busca un equilibrio. Quieres que el suelo esté húmedo pero no empapado. Esto ayuda a la planta a obtener lo que necesita sin ahogarse. Al regar, hazlo con cuidado, mira cómo reacciona tu planta y ajusta según sea necesario.
¿Cómo regar las plantas de cannabis?
¡Ah, regar nuestras queridas damas verdes! Parece fácil, pero hay un arte detrás de esta tarea crucial.. ¿Necesitas un poco más de agua? ¿O tal vez menos? Veamos cómo hacerlo correctamente para que tus plantas de cannabis crezcan sanas y contentas.
¡Sigue leyendo para convertirte en todo un maestro del riego!
Riego manual
El riego manual es como darle a tus plantas un trago cuando tienen sed. Tienes que sentir el peso de la maceta o meter los dedos en la tierra para ver si está seca. Si está ligera y la tierra se siente seca, dale agua hasta que veas que sale un poco por debajo, pero sin pasarte.
Es como llenar un vaso de agua: no lo quieres rebosando.
Para que las raíces de tu cannabis respiren bien, es clave no ahogarlas. Asegúrate de que el sustrato esté aireado y no encharcado antes de regar de nuevo. Si el agua no drena bien, haz cortes en las macetas para mejorar el flujo.
Recuerda, las plantas contentas son las que beben lo justo, ni mucho ni poco.
Riego por goteo
Para las plantas de cannabis, el riego por goteo es una técnica que ayuda un montón. Con este sistema, el agua va directo a la raíz, poco a poco. ¡Súper bien para ahorrar agua! Además, se mantiene la tierra en perfecto estado, ni muy mojada ni muy seca.
Usar el riego por goteo también significa que las plantas siempre tienen lo que necesitan. Se pone un temporizador y zas, no tienes que preocuparte por regarlas cada día. Es más, hasta la calidad del agua se mantiene mejor.
¡Imagina eso! Las plantas felices todo el tiempo y tú también, porque te ahorras trabajo.
Asegurar la calidad del agua adecuada para el cannabis
Las plantas de cannabis son como atletas de alto rendimiento: el agua que beben necesita estar en su mejor forma. Eso significa que el pH y la pureza son super importantes. Si usas agua de la llave, es buena idea dejarla reposar para que se evapore el cloro o usar un filtro de carbón para limpiarla.
También puedes comprar agua embotellada, pero puede salir caro.
Usar agua de ósmosis inversa (RO) es otra opción genial. Saca casi todas las cosas malas del agua, dejando solo la pura hidratación que tus plantas de cannabis adoran. Y no te olvides de chequear el nivel de pH, porque si no está justo, tus plantas no podrán tomar todos los nutrientes que necesitan.
Con un buen medidor de pH y ajustando cuando haga falta, aseguras que tus “niñas verdes” estén felices y sanas.
Importancia del pH al regar las plantas
El pH en el agua es como la ropa para nosotros, debe quedar justo. Si las plantas de marihuana beben agua con un pH muy alto o muy bajo, no pueden comer bien los nutrientes. Imagina querer morder una hamburguesa y no poder abrirla, así se sienten las plantas cuando el pH no está bien.
Usar un medidor de pH es como tener un superpoder para cuidar tus plantas. Asegúrate de que el agua esté entre 6.2 y 6.5 si tus plantas viven en tierra. Si tienes un jardín hidropónico, apunta a un pH de 5.5.
Con el riego correcto, tus plantas de cannabis crecerán fuertes y saludables. Y recuerda, sin salud no hay cosecha.
Agregar nutrientes, ¿sí o no?
Las plantas de cannabis aman los nutrientes, pero ojo, hay que saber cuándo y cómo. Durante el crecimiento, más no es siempre mejor. Un exceso puede causar “nutrient lockout“, donde las raíces no pueden tomar lo que necesitan.
Es como darle un banquete a alguien que solo quiere un bocadillo.
Para estar seguros, ajustamos el pH del agua después de echar los nutrientes. Usamos un pH meter para medirlo. Si usas agua de lluvia o de ósmosis, agrega calcio y magnesio. Estos son amigos esenciales para tus plantas de marihuana.
Y ahora, vamos a asegurarnos que tus plantas estén listas para dar fruto. ¿Listo para el último paso antes de cosechar? Hablaremos del enjuague.
Enjuague antes de la cosecha
Enjuagar tus plantas de marihuana es como darles un buen baño antes de recoger los frutos. Esto ayuda a que el sabor sea mejor y que no queden restos de cosas que no queremos. Imagina que es como lavar las verduras antes de comerlas.
Usas agua limpia para sacar cualquier sal o nutriente extra que esté pegado en las hojas y raíces.
Haz esto por lo menos una semana antes de cortar tus plantas. Así, te aseguras de que cuando alguien use tu marihuana, la experiencia sea la mejor. Es como cocinar sin dejar ningún ingrediente fuera de lugar: todo queda más rico y puro.
Y eso, al final, es lo que todos queremos, ¿verdad?.
Conclusión
Así que, después de hablar sobre el enjuague pre-cosecha, ¿qué nos queda? Bueno, regar tus plantas de marihuana es clave. No es solo echar agua y ya. Tienes que saber cuándo, cuánto y cómo hacerlo.
Para que tus plantitas crezcan felices, acuérdate del pH, del tamaño de la maceta y de las señales que te dan si están sedientas o ahogadas. Regar bien es un arte, y tú puedes ser un artista del cannabis.
¡Manos a la obra!
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Preguntas Frecuentes
1. ¿Cómo sé cuándo regar mis plantas de cannabis?
Es fácil, amigo. Solo tienes que sentir el suelo. Si está seco a un dedo de profundidad, tus marihuanitas tienen sed. Además, fíjate en sus hojas; si están caídas, es hora de darles agua. Pero ojo, ¡no te pases! Demasiada agua tampoco es buena.
2. ¿Puede el agua del grifo ser mala para mis plantas de marihuana?
¡Ah! Esa es buena pregunta. Mira, no todas las aguas de grifo son iguales. Algunas pueden tener un pH que no es el mejor para tus plantas. Si puedes, usa un medidor de pH y ajusta el nivel si hace falta, o piensa en usar agua embotellada o filtrada por ósmosis inversa (RO).
3. ¿Qué sistema de riego me conviene más para mis cannabis?
Mmm… Depende. Si tienes muchas plantas o no tienes mucho tiempo, un sistema de riego por goteo puede ser tu salvación. Pero si tienes pocas plantitas y puedes cuidarlas con cariño, regarlas a mano también está bien.
4. ¿Tengo que cambiar cómo riego durante el ciclo de vida de la planta?
Sí, claro. Las pequeñas semillas en la etapa de plántula necesitan menos agua y más seguido, pero cuando entran en la etapa vegetativa crecen como locas y querrán más agua pero con menos frecuencia.
5. ¿Qué pasa si me equivoco con la cantidad de agua?
Uy, pues hay que tener cuidado porque si te pasas, puedes ahogarlas o causar problemas como deficiencias de nutrientes. Y si te quedas corto, pues las pobres se van a estresar y eso no es bueno… Intenta mantener ese suelo como una esponja húmeda pero no empapada, ¿vale?