Consejos para el cultivo de cannabis: mi planta se cayó, ¿qué hacer?
Has cultivado tu planta de marihuana con esmero y, de repente, ¡toma! Se ha caído.. y ahora te preguntas qué hacer, ¿cierto? No entres en pánico, esto sucede más de lo que crees.
En este post, te voy a dar unos consejos prácticos para que tu querida planta vuelva a estar en pie y siga creciendo fuerte. Quédate aquí y descubre cómo salvar tu cultivo.. ¡Vamos allá!
Conclusiones clave
- Usa estacas para apoyar y enderezar tu planta de marihuana si se cae.
- El compuesto B – 12 ayuda a la planta a recuperarse y crecer fuerte.
- Un buen riego con agua de calidad es clave, pero sin excederse para no ahogar las raíces.
- Elegir semillas de calidad asegura una planta más resistente y con mejor producción.
- Vigila de cerca tu cultivo para solucionar rápido cualquier problema, como falta o exceso de agua y nutrientes o ataques de insectos.
¿Qué hacer cuando tu planta de marihuana se cae?
¡Vaya susto cuando tu verde compañera decide darse un chapuzón en el suelo! Pero tranquilo, que no cunda el pánico.. Hay soluciones prácticas para devolverle la verticalidad y asegurar que siga creciendo fuerte y saludable.
¡Sigue leyendo para sacar a tu planta de este apuro!
Uso de estacas alrededor de la planta de marihuana
Las estacas son como los mejores amigos de tu planta de marihuana cuando se siente débil y se cae. Las pones alrededor y ellas le dan ese apoyo que necesita para volver a estar derechita.
Piensa en ellas como unas muletas; cuando una persona se lastima la pierna, usa muletas para moverse sin caerse. Así funcionan las estacas para las plantas.
Usa cuidadosamente las estacas para levantar tu planta caída. Asegúrate de no dañar las raíces ni apretar demasiado el tallo. Mientras crece y empieza a tener cogollos grandes, las estacas están ahí para sostener todo ese peso nuevo.
Al final, usarlas no solo ayuda a tu planta ahora, sino que también la protege para el futuro. Ahora, ¿te has preguntado qué más puedes hacer si tu planta ya tiene problemas?.
Aplicación de compuesto B-12
Tu planta de marihuana se ha caído y estás preocupado.. ¡tranquilo! El compuesto B-12 puede ser tu gran aliado. Este compuesto mágico aporta esos nutrientes que hacen falta para que tu planta enferma vuelva a estar fuerte y sana.
Además, promueve un crecimiento vigoroso en la etapa de crecimiento vegetativo.
No solo eso, si te has pasado con el agua, el B-12 ayuda a controlar el daño. ¿Sabías que también corrige la falta de potasio? Pues sí, es como un superhéroe para tus plantas de marihuana.
Úsalo, y verás cómo tus plantas pueden llegar a producir mucho más y de mejor calidad. ¡Dale a tus verdes amigos el impulso que necesitan con B-12!
Uso de spray de agua
El agua es como una bebida fresca para las plantas de marihuana, ¡les encanta! Pero ojo, hay que saber cuánto y cuándo rociar. Si tu planta se cae, un spray suave puede ayudar a levantar su ánimo.
Piensa en el agua de calidad como una medicina; cura y revitaliza. Eso sí, no te pases de la raya con el agua porque puedes ahogarla. Imagínate caminando con los pies mojados todo el día, ¡qué incómodo! Lo mismo se siente tu planta con demasiada agua en sus raíces.
Después de darle su dosis de vida con el agua, también podrías pensar en cómo protegerla del calor que a veces es demasiado.
La importancia de elegir semillas de marihuana de calidad
Si piensas que cualquier semilla te dará esa cosecha de sueños.. ¡piénsalo de nuevo, amigo! La elección de semillas de marihuana de calidad es como escoger los cimientos de tu casa; busca aquellas con genética robusta que te aseguren una planta resistente y llena de vitalidad.
Porque, seamos sinceros – una buena genética puede ser la diferencia entre un jardín floreciente y uno.. pues, no tanto.
Genética fuerte de la marihuana
Escoger buenas semillas de marihuana es como elegir los mejores ingredientes para una receta—te aseguras de que todo salga bien desde el principio. Las semillas de alta calidad vienen con genética fuerte.
Esto significa que tendrán más posibilidades de crecer sanas, fuertes y llenas de esos compuestos que todos quieren, como el THC y el CBD.
Una planta con buena genética lucha mejor contra las enfermedades y sobrevive más fácilmente si las cosas se ponen difíciles. Piensa en esto: si empiezas con semillas malas, por más que te esfuerces, puede que nunca veas esas flores impresionantes.
Pero con semillas top, estarás en el camino para cosechar esas preciosas y potentes plantas de marihuana. Ahora, sigamos adelante y hablemos de los problemas comunes en las plantas de cannabis y cómo resolverlos.
Problemas comunes en las plantas de cannabis y cómo resolverlos
En el mundo del cultivo, enfrentarnos a esos pequeños desafíos con nuestras queridas plantas de cannabis es del día a día.. pero tranqui, ¡para eso estamos aquí! Aprender a lidiar con los problemas más habituales te convertirá en todo un gurú del cultivo; desde hojas que más bien parecen otoñales hasta ese moho que intenta hacerse amigo de tus cogollos, te contaré cómo ponerles solución.
¡Sigue leyendo y descubre cómo convertir esas pequeñas tragedias en victorias verdes!
Marchitamiento o caída de las plantas
Las plantas de marihuana no se ven bien cuando están tristes y caídas. A veces, puede ser porque no tienen suficiente agua o porque hay demasiada. Si ves que tu planta empieza a marchitarse, echa un vistazo al suelo.
Si está muy seco, dale un poco de agua. Pero cuidado, si el suelo está mojado y la planta igual se cae, entonces quizás estás dando demasiada agua. Es un balance delicado.
Oye, y no olvides mirar el clima y la calidad del suelo. Si el lugar es muy caliente o muy frío, tus plantas también pueden sufrir. Y si el suelo no es bueno, ellas no podrán crecer fuertes.
Usa métodos buenos para luchar contra enfermedades como el Fusarium. Si cuidas a tus plantas con cariño, ellas te lo agradecerán creciendo sanas y fuertes. Ahora hablemos de otro problema común, cuando las puntas de las hojas se ponen marrones o amarillas.
Puntas de hoja marrones o amarillas
Ves las puntas de las hojas de tu marihuana tornándose marrones o amarillas y te preguntas, “¿qué está pasando?” Bueno, esto suele ser señal de que a tu planta no le gusta algo.
Quizás le estás dando muchos nutrientes y eso le causa quemaduras. Eso se llama “quemadura de nutrientes”. Es como cuando comemos demasiado picante y nuestro estómago se queja.
Cuidado con esas puntitas porque también podrían decirte que tu planta está pasando por estrés. Podría ser por el agua, la luz o hasta por el aire. ¡Uy! Tienes que actuar rápido para ayudarla.
Asegúrate de que le das lo que necesita sin pasarte. Así tus hojas volverán a ser verdes y fuertes. ¡Qué alivio sería eso!
Moho o residuo en polvo en las hojas
Después de hablar de las hojas que se ponen marrones o amarillas, hay otro problema que no puedes ignorar: el moho. Este bicho malo aparece cuando tus plantas están en un lugar con mucho calor y humedad.
Parece un polvo blanco sobre las hojas y puede crecer rápido. No es nada amigo de tu marihuana, por eso tienes que actuar pronto.
Para ganarle la batalla al moho, manten tus plantas con buen aire y no muy juntas. Usa algo que se llama aceite de neem; es muy bueno para prevenir y tratar este problema. Si ves señales tempranas, quita las partes afectadas y utiliza el aceite.
Así proteges a tus plantas y les das una chance de crecer fuertes y sanas. ¡Y ojo! Sigue revisándolas porque el moho puede volver si no cuidas bien tu cultivo.
Identificación y manejo de la quema de nutrientes en las plantas de marihuana
Vigila bien tus plantas de marihuana, porque la quema de nutrientes es un lío. Si ves que las hojas se ponen marrones o tienen puntas como quemadas, ahí tienes un signo claro. No te pases con los nutrientes; a veces menos es más.
Trata de mantener un buen balance, porque tanto las faltas como los excesos son malos.
Para arreglar las quemaduras por nutrientes, ajusta la cantidad que usas. Checa el pH de tu solución de nutrientes; debe ser entre 5,2 y 5,8 si tienes un cultivo hidropónico. Corta las hojas dañadas para ayudar a la planta a sanar.
Y tranquilo, con cuidados y atenciones, pronto tus marihuanas volverán a estar verdes y fuertes.
Monitoreo regular del cultivo: La clave para resolver todos los problemas de las plantas de cannabis
Cuidar tus plantas de cannabis es como cuidar una mascota. Necesitas prestar atención todos los días. Si ves algo raro, como hojas que se ponen amarillas o un tallo que parece débil, actúa rápido.
Eso puede salvar tu planta.
Para evitar problemas, lleva un calendario de riego y anota todo lo que haces con tus plantas. Así sabrás qué les gusta y qué no. Mirar tus plantas y ver cómo crecen te ayuda a entenderlas mejor y te convierte en un experto poco a poco.
¡Y eso es genial!
Causas de la muerte en las plantas durante el periodo de crecimiento
A veces, el camino hacia una cosecha verde y frondosa está plagado de desafíos que pueden terminar con la vida de tus plantas antes de tiempo.. ¡y no queremos eso! Así que, si te encuentras murmurando “mi bebé verde se desplomó”, no te pierdas cómo desenmascarar a los culpables que amenazan la vitalidad de tu cultivo.
Riego excesivo de las plantas de cannabis
Darle mucha agua a tus plantas de marihuana puede ser un gran error. Es fácil pensar que mientras más agua, mejor, pero no es así. Si riegas de más, las raíces pueden pudrirse y eso daña a la planta.
Imagínate las raíces como si fueran pulmones que necesitan aire para respirar. Cuando el suelo está muy mojado todo el tiempo, las raíces no consiguen el aire que necesitan.
Para un crecimiento sano, la tierra necesita secarse un poco entre riegos. Esto ayuda a que las raíces de cannabis busquen agua y se hagan fuertes. Usa tierra que drene bien para que el agua no se quede allí estancada.
Así evitas el root rot y tus plantas estarán felices. Ahora, hablemos de esos patógenos fúngicos que también le dan problemas a tus plantitas.
Patógenos fúngicos perjudiciales para las plantas de cannabis
Los hongos son enemigos sigilosos de tu marihuana. Por ejemplo, la fusariosis, es un hongo duro y puede matar tus plantas. Este patógeno entra y daña las raíces, tallos y hasta las hojas.
Si ves tus plantas de cannabis caídas o tristes, puede que sea fusarium acechando.
Para luchar contra estos hongos, hay que actuar rápido. Mantén tu cultivo limpio y checa las plantas a menudo. Si encuentras signos de hongos, ¡manos a la obra! Usa productos que peleen contra los hongos y protege tus plantitas.
Así, les das una chance de sobrevivir y crecer fuertes. ¡Cuida tu marihuana de esos patógenos fúngicos malos!
Sequía o falta de agua
No solo los hongos pueden ser un problema para tus plantas de marihuana. La sequía o falta de agua también causa grandes dolores de cabeza. Si tus plantas no reciben suficiente agua, las hojas se pueden caer y empezarán a lucir tristes.
¡Ojo! Esto es una señal clara de que necesitan beber.
Darles agua a las plantas de cannabis es vital, pero hay que hacerlo bien. Demasiada agua y las raíces se ahogan; muy poca y las plantas se marchitan. Encuentra un equilibrio – ni mucho ni poco.
Vigila siempre cómo están tus plantas y ajusta el riego según lo que te digan. Sus hojas te lo agradecerán con un verde fuerte y sano. Y recuerda, una planta hidratada es una planta feliz.
Falta de luz en el cultivo
A veces las plantas de marihuana no reciben suficiente luz. Esto puede pasar si están muy juntas o la luz no es la fuerte que necesitan. Si tus plantas de cannabis no tienen bastante luz, pueden estirarse buscándola y volverse débiles.
Para crecer fuertes, las plantas fotoperiódicas necesitan oscuro 12 horas o menos al día.
Si notas que tus plantas están largas y flacas, puede ser falta de luz. Moverlas a un lugar con más luz o usar luces artificiales podría ayudar. No olvides que darles mucha luz también es malo.
Así que, ¡cuidado! Equilibra la luz para que tus plantitas estén felices y sanas.
Exceso de luz en el cultivo
Mucho sol no siempre es bueno, lo mismo pasa con tus plantas de marihuana. Si ves que los cogollos se están poniendo blancos o las hojas amarillas, quizás la luz sea demasiado fuerte.
Las plantas pueden dejar de crecer bien si hay mucha luz. Es como cuando te pones demasiado bronceador y te quemas, ¿sabes? Bueno, las plantas también sufren quemaduras pero por exceso de luz.
Tus plantas necesitan un balance justo de sol y sombra, igual que tú un día de playa. Asegúrate de que la iluminación esté justa. Observa bien esas hojas cercanas a la luz. Si notan decoloraciones amarillas, ¡atención! Puede ser una señal de que la luz está muy intensa y tus plantas necesitan un descanso.
Piensa en cómo te sientes tú después de estar mucho tiempo al sol; las plantas se sienten igual y también necesitan cuidados para seguir saludables.
Exceso de fertilizantes, nutrientes o sales
Poner demasiado fertilizante en tus plantas de marihuana puede ser un gran problema. Las hojas pueden quemarse si te pasas con los nutrientes. Esto pasa mucho con los que recién empiezan a cultivar.
Las plantas te dirán si hay demasiado abono; sus puntas se ponen marrones o amarillas. Tienes que estar atento a estos signos para actuar rápido.
Si notas que tus plantas están sufriendo por el exceso de sales o fertilizantes, es hora de cambiar las cosas. Algunas veces, puedes salvarlas con un buen riego que ayude a lavar el suelo.
Pero, ojo, no te vayas al otro extremo y riegues demasiado. Eso también puede hacerle daño a tus plantas. Ahora, hablemos de esos bichitos molestos que pueden arruinar tus cultivos: la infestación de insectos.
Infestación de insectos
Después de lidiar con los excesos, toca enfrentar otro reto: los bichos que quieren comer tus plantas de marihuana. Los insectos como cochinillas y trips adoran las hojas verdes y jugosas.
Para ganar esta batalla, debes actuar rápido. Usa aceite de neem, un insecticida natural que ayuda sin dañar la planta. También es clave eliminar los áfidos Bhang, que pueden causar muchos problemas.
La prevención siempre es mejor que curar. Revisa tus plantas a menudo para detectar visitantes no deseados. Si ves bichitos o signos de mordidas en las hojas, ¡es hora de actuar! Con cuidado y atención, mantendrás a esos pequeños invasores lejos de tu cultivo de marihuana.
Temperaturas extremas: calor y frío en el cultivo
Tener cuidado con el calor y el frío es super importante para tus plantas de marihuana. Si hace mucho calor, las plantas pueden sufrir y hasta morir. Piénsalo así: a nadie le gusta estar bajo el sol fuerte sin agua, ¡y tus plantas tampoco! Mantén las cosas frescas, pero no frías.
Las temperaturas no deben bajar de 17°C.
El frío tampoco es amigo de la marihuana. Si tienes tus plantas en un lugar muy helado, van a tener problemas serios. Imagina cómo te sientes tú cuando hace muchísimo frío y no tienes una chamarra – tus plantitas se sienten igual.
Por eso, busca siempre un lugar con temperatura agradable para ellas. ¡Así crecerán felices y fuertes!
Problemas de nutrientes en las plantas de cannabis
Vamos a darle un giro a la trama; los nutrientes. Sí, esos misteriosos magos detrás del telón verde de tus queridas damas esmeraldas. A veces, menos es más.. pero ¿y si es al revés? Demasiado amor en forma de nutrientes puede dejar a tu planta gritando por un rescate.
¡No te preocupes! Vamos a desenredar este lío y conseguir que tus verdes amigas vuelvan a estar en la zona de confort, donde lo único alto.. sea su espíritu (y tal vez su altura).
Deficiencia de boro
El boro es un amigo raro de las plantas de marihuana. Si no tienen suficiente, pueden enfermarse. Las hojas podrían verse raras y el crecimiento se detiene. Si notas que esto pasa, es hora de actuar rápido.
Puedes arreglar el problema con nutrientes que contengan boro.
No te asustes si no sabías del boro antes. Mucha gente lo pasa por alto. Pero cuidar los detalles marca la diferencia entre una planta sana y una triste. Dale a tu marihuana lo que necesita y ella te lo agradecerá con buenos cogollos.
¡Ojo! Usa el boro con cuidado para no pasarte. Demasiado también es malo para tus plantas.
Deficiencia de calcio
Las plantas de marihuana necesitan calcio para crecer fuertes. Si no tienen suficiente, pueden ir mal. Sus hojas se ponen feas y el crecimiento se para. Para evitar problemas, hay que darles lo que necesitan.
Asegúrate de que tu agua y tus nutrientes tengan bastante calcio. Así, tus plantas estarán sanas y darán buenos cogollos. Después del calcio, hay que pensar en el cobre. Es otro nutriente importante para tus plantas.
Deficiencia de cobre
Tener poco cobre en tus plantas de marihuana no es broma. Puede hacer que las hojas se pongan amarillas y los tallos se vuelvan débiles. Además, las plantas podrían crecer más lento.
Si ves estos síntomas, actúa rápido para ayudar a tus plantas a recuperarse.
Para arreglar esto, puedes añadir fertilizante que tenga cobre. Pero ojo, tienes que ser cuidadoso y no poner demasiado. Sigue las instrucciones para que tus plantas vuelvan a estar fuertes y sanas.
Ahora, pasemos al siguiente tema: la deficiencia de hierro.
Deficiencia de hierro
A veces tus plantas de marihuana pueden verse pálidas y débiles, y no es por falta de agua o luz. Podría ser que les hace falta hierro, amigo. Este mineral ayuda a que las plantas se mantengan verdes y fuertes.
Si no tienen suficiente, las hojas nuevas se ponen amarillas y las viejas pueden incluso morir.
Para arreglar esto, hay que actuar rápido. Busca un abono que tenga hierro y sigue las instrucciones al pie de la letra. No te pases echando mucho porque demasiado hierro también puede ser malo.
Vigila tus plantas después de darles el abono para ver cómo mejoran. ¡Con un poco de cuidado, pronto estarán tan verdes y fuertes como Hulk!
Deficiencia de magnesio
Al igual que el hierro, el magnesio es super importante para tus plantas de marihuana. Ellas necesitan este elemento para hacer clorofila, que es esencial para la fotosíntesis. Si notas que las hojas muestran manchas amarillas o se decoloran, puede que falte magnesio.
Esto no es bueno, ya que puede hacer que tu planta se ponga débil y no crezca como debe.
Para solucionar esto, puedes agregar aditivos que tengan magnesio, como Magnesio 7% de Canna. Esta es una manera fácil de ayudar a tu planta a recuperarse y seguir fuerte. Recuerda que mantener el equilibrio en los nutrientes es clave para que tus plantas de cannabis estén sanas y felices.
¡Así que dale a tus plantitas el magnesio que necesitan para brillar!
Deficiencia de manganeso
Pasando de hablar sobre la falta de magnesio, otro problema que puede aparecer es la deficiencia de manganeso. Esta carencia hace que las plantas pierdan fuerza y puedan dar menos flores o frutos.
Para que tu marihuana crezca bien, tienes que fijarte en las hojas jóvenes. Si notas que están amarillas con venas verdes, puede ser una señal de que falta manganeso. Una buena idea es añadir un poco de manganeso casero al suelo o al agua de tus plantas.
Pero ojo, ¡no te pases! Demasiado manganeso también le hace mal a la marihuana.
Deficiencia de molibdeno
A veces, las plantas de marihuana tienen hojas que se ponen raras. Puede ser por falta de molibdeno, que es un nutriente que necesitan poquito pero es súper importante. Si la tierra está muy ácida, o sea con pH bajo, las plantas no pueden tomar bien el molibdeno y por eso se ven mal.
Las hojas en el centro de la planta empiezan a cambiar de color y eso no es bueno.
Si te das cuenta que tu cannabis no está feliz y crees que es por el molibdeno, tienes que actuar ya. Ajusta el pH de tu suelo para que tus plantas puedan comerse todo el molibdeno que les das.
No es común que falte este nutriente, pero si pasa, puede hacer que tu cosecha no sea tan buena. Así que, ¡ojo con el molibdeno! Mantén esas plantitas comiendo todos sus nutrientes para que crezcan sanas y fuertes.
Deficiencia de nitrógeno
Las hojas de tu planta de marihuana se están poniendo amarillas, y eso puede ser señal de que le falta nitrógeno. Este nutriente es super importante porque ayuda a las plantas a hacer la fotosíntesis y a formar proteínas.
Si notas este problema, es hora de actuar rápido. Puedes buscar un fertilizante que tenga más nitrógeno para darle a tus plantas lo que necesitan.
¡Ojo! No te pases con el abono. Demasiado nitrógeno también puede ser malo y causar quemaduras en las plantas. Asegúrate de seguir las instrucciones del fertilizante para encontrar el balance justo.
Ahora, hablemos sobre otra cosa que a veces pasa: la deficiencia de fósforo.
Deficiencia de fósforo
El fósforo es un amigo clave para tus plantas de marihuana. Si ellas no tienen suficiente, puede que veas que no crecen tanto ni dan muchos cogollos. Este nutriente ayuda a que las raíces se hagan fuertes y a que la planta use bien el agua.
Sin él, la planta podría verse débil y sin ganas de crecer. Para evitar esto, puedes añadir fertilizantes con fósforo siguiendo las instrucciones.
Si notas que tu planta de cannabis está triste y pequeña, podría ser por falta de fósforo. Chequea bien para asegurarte y actúa rápido. Darles lo que necesitan es como darles una sopa caliente en un día frío: les da energía para seguir adelante.
Y ahora, vamos a hablar de otra cosa que también puede ser un problema: la deficiencia de potasio.
Deficiencia de potasio
Las hojas de tu planta de marihuana pueden empezar a verse tristes y débiles si no tienen suficiente potasio. Este nutriente es vital, pues ayuda a la planta en muchos procesos, como crecer fuerte y luchar contra enfermedades.
Si ves que las puntas de las hojas se ponen amarillas o marrones y los bordes parecen quemados, puede ser una señal de que falta potasio.
Para que las plantas absorban bien el potasio, el pH del suelo o de tu solución nutritiva debe estar en punto. No está bien tener poco potasio, pero tampoco es bueno tener mucho.
Es un balance delicado. Si notas signos de que algo anda mal, actúa rápido. Añade nutrientes con potasio o ajusta el pH para devolverle la fuerza a tu marihuana.
Deficiencia de azufre
El azufre es como un héroe invisible en el mundo de las plantas de marihuana. Este mineral ayuda a que tus plantas sean fuertes y sanas. Sin él, las cosas pueden ir mal. Si ves que las hojas nuevas se están poniendo amarillas o las hojas viejas se están secando, es posible que tu planta no tenga suficiente azufre.
Para solucionar este problema, revisa bien cómo estás alimentando a tus plantas. A veces, simplemente usando un fertilizante diferente puedes darle a tu planta el impulso de azufre que necesita.
Mantén tus ojos abiertos para ver cambios y actúa rápido; así tu planta de marihuana puede seguir creciendo feliz y saludable.
Conclusión
Pues bien, si tu planta de marihuana se cae, ¡no te asustes! Recuerda, con cuidado y amor todo se puede arreglar. Piensa en estacas, compuesto B-12 y agua para ayudarla a levantarse.
Siempre atento a sus necesidades de agua y comida. Y no olvides, el cariño que le das a tu planta, ella te lo devolverá al crecer fuerte y sana.
Preguntas Frecuentes
1. ¿Se cayó mi planta de marihuana, ahora qué hago?
¡Tranquilo! Si tu planta de marihuana se ha caído, es hora de actuar rápido: ponla de pie y usa soportes como palitos o estacas para mantenerla erguida. Recuerda que un poco de B-12 rooting compound no le vendría nada mal para ayudarla a recuperarse.
2. ¿Cuál es el mejor consejo para evitar que mi planta de marihuana se caiga otra vez?
La prevención es clave, amigo. Asegúrate de tener un buen horario para regar tu planta y no te excedas; el agua en exceso puede debilitar la base. Y oye, si ves que crece mucho, no está de más usar estacas desde temprano para darle ese soporte extra que podría necesitar.
3. Noté que las hojas de mi planta tienen manchas blancas, ¿qué podría ser?
¡Ah! Eso suena a mildiú polvoriento. Es una especie de hongo que sale en las hojas. Un spray con aceite de neem podría ayudarte a combatirlo. Aplica con cuidado, siguiendo las instrucciones… y tus plantas te lo agradecerán.
4. Mi planta tiene las puntas de las hojas quemadas, ¿es por nutrición?
Pues sí… eso suena a “nutrient burn”, o quemadura por nutrientes. Quizá le estés dando más comida de la que necesita, y eso no es bueno. Dale un vistazo rápido al “grow bible” y ajusta la dosis; ni mucho ni poco, justo lo necesario.
5. Compré semillas de marihuana pero no sé cuándo plantarlas, ¿hay una época específica?
La verdad es que depende del clima donde vives, pero algo es seguro: las semillas necesitan amor y atención. Busca un lugar con buena luz y dale tiempo al tiempo; antes de que te des cuenta estarás viendo los primerizos brotes asomando. ¡Pero eh! Sé paciente, cada semilla lleva su ritmo.