Debes ajustar tu programa de riego de cannabis en función de la etapa de crecimiento específica de tus plantas. A continuación se ofrecen algunas pautas para el riego en diferentes etapas:

Etapa de plántula
- Regar ligera y frecuentemente, manteniendo la tierra ligeramente húmeda pero no empapada. El riego excesivo puede provocar enfermedades y pudrición de las raíces.
- Utilice una botella rociadora o un atomizador para regar suavemente las plántulas sin alterar las delicadas raíces y tallos.
- Verifique la humedad del suelo diariamente y riegue cuando la pulgada superior del suelo esté seca.

Etapa vegetativa
- A medida que las plantas crezcan y tengan más hojas y ramas, necesitarán riegos más frecuentes y abundantes.
- Deje que las 1 a 2 pulgadas superiores de tierra se sequen entre riegos. El sistema de raíces más grande ahora puede soportar períodos ligeramente más secos.
- Aumente el volumen de agua suministrada, empapando completamente el suelo hasta que se produzca escurrimiento por los orificios de drenaje.
- Verifique la humedad del suelo cada 2 o 3 días y riegue según sea necesario cuando las pulgadas superiores estén secas.

Etapa de floración
- Las plantas de cannabis necesitan la mayor cantidad de agua durante la etapa de floración/brotación para favorecer el desarrollo de los cogollos.
- Continúe permitiendo que las 1 a 2 pulgadas superiores se sequen entre riegos, pero aumente el volumen de agua administrado.
- Compruebe la humedad del suelo cada 2-3 días y riegue abundantemente cuando la capa superior del suelo esté seca.
- Tenga cuidado de no regar en exceso, ya que puede provocar la pudrición de los cogollos o el bloqueo de nutrientes.

En general, las plántulas necesitan un riego ligero y frecuente, las plantas vegetativas necesitan un riego moderado y las plantas con flores requieren un riego abundante con intervalos más largos entre riegos. Siempre verifique las condiciones particulares de su suelo y ajuste el programa de riego según sea necesario para sus plantas y su entorno específicos.

Asegúrate de no regar demasiado las plantas. Esto puede causar moho. La capa superior del suelo debe estar seca antes de volver a regar. ¡Me pasó cuando comencé a cultivar y maté todas mis plantas!

Asegúrese de regar profundamente hasta la zona de las raíces para que las raíces tengan la oportunidad de desarrollarse con fuerza.